25 mayo, 2007

Egipto.

Amenofis IV se dirigió al dios Osiris con estas palabras:
-¡Oh! Osiris, si mi piel es dorada y la de mi esposa Nefertiti también, díme ¿por qué extraños designios nuestros tres hijos tiene la piel negra?
-¿Negra?
-Si, negra.
-¿Negra como la de tu esclavo O’bongo?
- Exacto.
-Pues mira, no sabría decirte.
Amenofis IV no fue un faraón demasiado despierto.