09 octubre, 2008

De cuando me lo hice con Janis Joplin.


Marta es fea de cojones, pero tiene una virtud. Si me meto seis cervezas y entorno un poco los ojos, es clavadita a Janis Joplin. Y a mí, Janis Joplin me pone.
Cuando esto ocurre, la llevo a mi casa, pongo el greatesjits, el de la moto, y allí nos entregamos a casi un minuto de amor desenfrenado.


Oh, come on, come on, come on,
Didn't I make you feel like you were the only man yeah!
An' didn't I give you nearly everything
That a woman possibly can ?



Hoy no ha sido así. Me ha citado en su casa. Encima de la mesa he contado seis cadáveres de cerveza1. Me ha tirado en el sofá mientras ella ponía un CD en su minicadena2. Se ha abalanzado sobre mí, con los ojos entornados3 y en la habitación ha empezado a sonar el Pavo Real de José Luis Rodríguez, El Puma.

Qué hija de puta.



(1)Cadáver de cerveza. ¿Se entiende la metáfora? Cadáver de cerveza, la botella vacía, sin nada dentro, sin alma, como un hombre muerto, un cadáver. Es que no soy muy bueno con las metáforas. No quisiera que por una mala aplicación de la figura me quedara un texto incomprensible.

(2)Que estoy pensando que igual no era una metáfora, sino una prosopopeya, porque estoy dando cualidades humanas a un ser inanimado. Claro que un cadáver humano es de lo más inanimado que existe, exceptuando a mi cuñado Gerardo, el entomólogo. En cualquier caso, se entiende que las botellas de cerveza estaban vacías ¿no?

(3)Y estaban vacías porque se las había bebido Marta, la fea, la que me recuerda a Janis Joplin. ¿Lo vais pillando, no?