11 abril, 2010

Pequeño cuento zen: El elefante

Cuentan que un día, antes de que los animales tuvieran nombre, se encontraba un elefante pastando placidamente a las afueras de Jalalpur, cuando se le acercó un elefante. Era un elefante distinto al primero, quiero decir que, aunque se parecían bastante, eran elefantes distintos. Cada uno tenía su cuerpo.
El elefante (el que acababa de llegar) se quedó mirando extrañado al elefante (al otro, al que ya estaba allí, a las afueras de Jalalpur) puesto que este miraba fijamente un punto lejano, en el cielo.
El elefante (el que miraba extrañado al elefante) (al otro elefante) miró en la misma dirección que el elefante (el que… ¡Oh, mierda, esto no hay quien lo entienda! Bueno, la cosa fue más o menos así: